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Las implicaciones del TDAH en la familia

Publicado por 5 marzo 2013

Tener un hijo/a diagnosticado de TDAH no es fácil para los padres y puede suponer una fuente constante de conflictos familiares.

Toda la dinámica familiar se ve afectada y es necesario invertir muchos recursos para adaptarse: los padres han de estar muy implicados en el tratamiento de un niño/a con TDAH, tienen que aprender sobre el trastorno y dedicar mucho tiempo a ese hijo/a, que requiere tanta supervisión.

El resto de los hermanos/as pueden sentir que no cuentan o que no son tan importantes. Es necesario no descuidar a estos hijos e hijas.

El tener un hijo/a con TDAH supone una dedicación y un esfuerzo que, en muchas ocasiones no se ve recompensado por el comportamiento del niño/a, que tiene dificultades para obedecer a la primera, no puede parar quieto/a, provoca a sus hermanos/as, necesita una supervisión constante para realizar las tareas…

Esta fuente de estrés hace que los conflictos sean frecuentes, tanto de los padres con el hijo/a como entre ellos. Pueden ser frecuentes las discusiones entre los padres sobre la forma de proceder con ese hijo/a y el nivel de exigencia que cada uno de ellos tiene con respecto a él/ella.

En medio de toda esta tensión familiar es difícil que el comportamiento del niño mejore. Por eso es de vital importancia que los padres actúen al unísono y sean una fuente de apoyo el uno para el otro, para que puedan manejar las situaciones con mayor calma y no se resienta el clima familiar.

 

  • La primera medida es un buen diagnóstico, que descarte otras patologías que puedan estar causando los síntomas de hiperactividad, impulsividad y /o inatención.
  • Los estudios demuestran que el tratamiento más eficaz es una combinación de medicación y de psicoterapia conductual.

o    El metilfenidato mejora la inatención y la hiperactividad en 2-4 semanas

o    La psicoterapia conductual se centra en enseñar a los padres cómo manejar eficazmente los problemas conductuales del niño/a y reducir el impacto de su comportamiento en la familia. También habría que atender específicamente síntomas de depresión o de ansiedad que se puedan presentar en esta población.

 

Entre las indicaciones que se dan a los padres para que puedan manejar mejor el comportamiento del niño/a con TDAH están:

  • Tener una comunicación fluída con los profesores para informarles de cómo se comporta en casa y éstos informen de cómo lo hace en clase.
  • Prestar atención positiva al niño/a y premiarle por las cosas que haga bien.
  • Dar órdenes concisas y claras.
  • Entender cómo piensa: se aburre con facilidad, se suelen sentir frustrados si no cumplen lo que se les pide y olvidan las cosas con facilidad. Tienen dificultad para autorregularse.
  • Proponerles actividades y tareas que sabemos que les van a conducir a éxito y premiarles cuando lo consigan.
  • Interesarnos por lo que hacen en clase o por lo que les interesa.
  • Tener las tareas organizadas y estructuradas.
  • Hacer un sistema de recompensa por puntos, en los que se dé más importancia al cumplimiento de las tareas que al castigo por no haberlas realizado. Utilizar el castigo como última opción y como retirada de refuerzo positivo, sin enfadarse.
  • Ayudarle a planificar el tiempo y las tareas. Asignarle un espacio propio. Crear hábitos (mismo sitio, misma hora, mismo tiempo de tareas..)
  • No reprenderle en público.
  • Que el TDAH no monopolice los temas de conversación de la pareja ni de la familia.

 

Una última recomendación es asistir a alguna asociación de padres con niños/as con TDAH para recibir asesoramiento y poder compartir, si se desea, experiencias con otras personas que están atravesando las mismas dificultades, cosa que puede hacer que disminuya el estrés familiar.